Homenaje a Jaime...
JAIME,
IGLESIA NUEVA, IGLESIA VIVA
Quién pudiera ser poeta
para cantar a un amigo
para sembrar de saetas
su camino recorrido.
Prestadme musas vuestros versos
para dejar en buen sitial
mi plegaria al universo
por este hombre universal.
Siempre serás un gran hito
para los Hermanos Maristas
y en nuestra conciencia un grito
ya que nos ofrecías tus pistas.
En charlas y orientaciones
fuiste un gran recurso
volcabas tus experiencias
y nos pedías oraciones.
Fuiste miembro de nuestro ECO
Equipo de reflexión
nunca fuiste árbol seco
sí , manantial de ilusión.
La Iglesia Pueblo de Dios,
fue tu pasión delirante
sembraste a manos llenas
en su seno fuiste gigante.
Sufrías con la Iglesia estancada
con una Iglesia aburrida
ponías tu vida en el asador
gritando que Cristo era Vida.
Creíste en la Iglesia Familia
y entraste en la Renovación
fuiste ardiente, incisivo, valiente
Profeta de luz en tu misión.
Conocías al Pedro, piedra, peñón
y a su Iglesia viva y refrescante
y querías para el Salvador
una Iglesia así, rutilante.
Fuiste el Pablo de los gentiles
en tu misión eclesial: catequesis,
novios, matrimonios, enfermos
charlas y orientaciones
fuiste Apóstol universal.
Soñabas con una Iglesia
de barrios, campos y caseríos
allí donde está la vida
soñabas con una Iglesia viva
y llena de desafíos.
La enfermedad te visitó
a una edad muy temprana
y el Señor te cosechó
en horario de la mañana.
Seguro que tu dolor
tuvo un sello de Redención
y para muchos será
camino de Resurrección.
El Pueblo de Dios entero
fue a la parroquia a despedirte,
fue a decirte gracias
antes de tú irte.
Tu parroquia El Salvador
no pudo con tanta gente
y fueron las puertas y calles
balcones expectantes.
Se respiraba la paz y armonía
en aquella fiesta del hombre
que no moría,
sino que desde el medio del pueblo,
Renacía.
Y al ritmo vibrante de las notas de Cristo
aquel coro embravecido repetía:
Aleluya ha resucitado Cristo
y aquel que siempre le seguía.
Jaime yo sé que no estás muerto
que estás en la siesta dormido
que esperas que tu nueva Iglesia
sea un Edén florecido.
Yo sé que no morirás
en el recuerdo de Manatí
pues dejaste semillas de vida
que serán flores para Ti.
Adiós hermano, amigo
gracias por tu vida y recorrido
Tú no estás muerto,
Iluminas mi camino.
Teódulo Hernando
Hermano Marista- julio 2006
0 Comments:
Post a Comment
<< Home